El programa de la Fundación Prem Rawat TPRF lleva tres años en QRoo

Desde hace tres años, la Fundación Prem Rawat TPRF lleva a cabo el programa Educación para la paz en diversas instituciones de Quintana Roo; en el contexto de la pandemia, ha significado un “bálsamo” para paliar un poco el dolor e incertidumbre que padecemos los seres humanos.

“A la llegada del COVID-19, muchas personas nos asustamos, me afectó ese miedo a la incertidumbre y para mi fue muy fuerte porque soy un adulto mayor y aparte padezco del azúcar e hipertensión, y entonces comencé a escuchar la conferencia de Prem Rawat (fundador de la fundación) a nivel mundial los primeros 30 días de la pandemia y me fortalecieron e hicieron que la confianza en mí mismo”, relata Miguel Ángel Morales Sánchez, representante de la fundación en el estado desde 2017.  

Cuenta que al interiorizar el mensaje, comenzó a sentir confianza y sentimientos lejos del miedo, por lo que se convenció que tenía que compartir el mensaje “porque así como yo, hay mucha gente en todo el mundo llena de incertidumbre”.  

Junto con otros voluntarios, comenzaron a ofrecer el programa en línea a través de la plataforma Zoom; una de las primeras instituciones fue el DIF estatal y contó con la participación de 450 personas. El evento fue inaugurado por la presidente del DIF, Gabriela Rejón de Joaquín.  

En los últimos meses, este programa ha llegado al estado de Veracruz a la Guardia Nacional, a la Secretaría de Seguridad Pública, a la Universidad Tecnológica de Cancún y a diferentes organizaciones como el Club Rotario de Cancún.

“Nos preparamos casi tres meses y empezamos en el mes de mayo y ahora sumamos al equipo gente de Argentina y otras partes del país, sin costo (…) Todas las familias estamos desgastadas, gente que nunca se despidió y solamente la cremaron, y luego la parte económica que ha sido lamentable para todos los mexicanos, ha traído mucho malestar y sufrimiento”, apunta.  

La enfermedad y la incertidumbre de si verás o no a tus familiares “es un dolor inmenso, pero Educación para la paz es un bálsamo que ayuda a que la gente pueda experimentar la paz aún de forma virtual, y sentir esa esperanza”.

Desde 2017, Morales Sánchez trabaja en Quintana Roo llevando el mensaje de paz; su primer acercamiento fue en la cárcel de Cancún tanto al área femenil como varonil, pues son las personas privadas de la libertad las que tienen más desesperanza en el mundo.

En el transcurso de estos años, hasta antes de la pandemia, el programa Educación para la paz que, aclara, está “libre de religión”, ha llegado a instituciones como el DIF estatal y del municipio de Benito Juárez y al Instituto Quintanarroense de la Mujer de Cancún, entre otros.

 

Bondad innata

De acuerdo con Prem Rawat, “la paz es posible porque es un regalo, una bondad innata que todos los hombres tenemos al nacer. Un bebé recién nacido, sin importar sus condiciones, está completamente en paz al dormir, pero al momento que siente hambre va a llorar, su mamá lo alimenta y el bebé regresa a su tranquilidad, ¿quién le enseñó a estar en paz? Es innato y todos los seres humanos lo tenemos”, sostiene Miguel Ángel Morales.

Pero, ¿qué es la paz y dónde se encuentra? El entrevistado responde que ésta se halla dentro de cada ser humano al nacer, pero al tener contacto con el mundo nos aleja de ella al llenar nuestra mente de ideas y conocimientos.  

Las personas no conocen la paz porque no se han acercado a sí mismos. Es un mensaje que, sin embargo, no es nuevo pues desde hace más de 2 mil 400 años, el filósofo Sócrates habló del conocimiento de uno mismo y en recientes hallazgos se descubrió que los egipcios hablaban de la importancia para el ser humano de entender su propio ser.

“Conocer tus fortalezas y debilidades, tenemos la ira y el coraje, pero también el amor y la bondad, tenemos el odio dentro pero también la compasión; tenemos la debilidad, pero también la fortaleza, y este es el mensaje que lleva Prem Rawat al mundo”, señala.

Edición: Elsa Torres